El Convento de la Santa Cruz se encuentra sobre el enigmático cerro del Sangremal, es uno de los lugares mas emblemáticos de la Ciudad de Querétaro, ya que el 25 de julio de 1531, se llevo a cabo la reñida lucha entre españoles y guerreros chichimecas a la que puso fin la prodigiosa aparición en lo alto de una cruz refulgente y a su lado el apóstol Santiago montado en su caballo, dando origen así a esta gran ciudad. Anos después, desde este convento, convertido en el primer Colegio de Propaganda Fide, decenas de Misioneros Franciscanos que partieron hacia toda América para llevar el Evangelio y los valores cristianos a los pueblos conquistados.

PATIO FR. ANTONIO MARGIL DE JESUS

Fr. Antonio Margil de Jesús fue un misionero franciscano que vino de España a evangelizar el Nuevo Mundo a finales del siglo XVII (1683) hasta su muerte en 1726. Fundo varios pueblos durante sus recorrido misioneros los cuales fueron numerosos, lo que le llevo a ser llamado “el hombre de los pies alados”, llegando hasta Guatemala, Honduras, Costa Rica, El salvador, México y Estados Unidos. Fue fundador de Colegios de misioneros, como el de Guadalupe en Zacatecas y el de Cristo Crucificado en Guatemala, y este, de la Santa Cruz. Fue nombrado Prefecto de las Misiones en América.

PATIO FRAY ANTONIO LINAS

Llego a América en el año de 1683 para la fundación del Primer Colegio de Propaganda Fide.  Estuvo en conventos como el de san buenaventura de la ciudad de Morelia y la Real Pontificia Universidad de Celaya, Gto. Era un gran predicador y celoso misionero, que permaneció en su labor evangelizadora durante 33 años, hasta su muerte en 1693.

ARBOL DE ESPINAS EN FORMA DE CRUZ

En este árbol podemos observar una maravilla muy significativa para todos los cristianos, ya que sus espinas se producen en forma de cruz.

Una piadosa leyenda describe que, en cierta ocasión, Fray Antonio Margil de Jesús, cuando llego de uno de sus viajes misioneros, dejo el bastón en este jardín del convento, con el que se apoyaba durante sus viajes misioneros. Al pasar el tiempo, el bastón comenzó a retoñar hasta llegar a generar los arbustos que ahora podemos contemplar.

Esta planta pertenece a la familia de las mimosas y se reproduce por nódulos en las raíces, no produce ni flor ni fruto, y sus hojas se secan en invierno, dejando las espinas y las ramas que son cortadas para que el arbusto retoñe.

PILA BAUTISMAL

Esta es una pila bautismal de la cual no se tiene certeza, pero por la época, se cree que en ella se bautizaron a los indios chichimecas que habitaron esta región del Sangremal durante los primeros años de la evangelización. Al bautizarse, los indígenas aceptaban la fe católica y comenzaban un proceso de catequesis y de aprendizaje de diversas materias y temas que los misioneros les aportaban de España, dándose así un intercambio cultural entre ambos.

CRISTO MURAL

Durante los años  1867 a 1946, el Convento fue ocupado por el ejercito, convirtiéndolo en cuartel militar, ello trajo consigo la destrucción y perdida de gran parte de los tesoros que este convento custodiaba. Entre ellos, sus pinturas murales que decoraba todo el convento. Esta pintura que vemos, representa a resto crucificado, y es una de las pocas que se han rescatado y conservado, gracias a que quedo oculta por el humo de algún incendio.

En 1946, cuando se recupero el edificio conventual, poco a poco se fue restaurando, y en 1968, al limpiar esta celda, se descubrió el mural, pintado seguramente por frailes e indígenas de la región, con una antigüedad aproximada de 250 años.

También se le conoce como el Cristo baleado, ya que a su alrededor hay vestigios de los disparos con los que jugaban al tiro al blanco los militares durante el sitio.

PANADERIA

Dentro de la comunidad franciscana de los misioneros de propaganda fide se encontraban los llamados “legos”, hermanos laicos, no sacerdotes, que realizaban diferentes labores y oficios, entre ellos el de la panadería, la cual era de suma importancia para la vida diaria del convento. Adecuaron esta área para la preparación y horneado del pan, colocando un horno con su chimenea para filtrar el humo, y a un lado, la troje, para guardar las semillas, el maíz y el trigo que se cosechaba en los campos del Convento.

PATIO DE AGUAS

En este lugar desembocaba parte del agua que llegaba desde la región de la “Cañada” hasta la ciudad, gracias al Acueducto que se construyó en 1735 por el Marques de la Villa del Villar del Águila, don juan Antonio de Urrutia y Arana,

El agua llegaba a través de 74 arcos, se distribuía en pilas y de aquí al resto del convento y de la ciudad. Los tubos en donde se transportaba están vidriados por dentro, lo que evitaba que el agua escapase de los mismos y se llenaran estos de salitre.

ENFERMERIA

En la parte superior se encontraba la enfermería o la también llamada droguería, en donde arribaban los frailes después de un largo tiempo de misión, para así poder descansar y recuperarse con la ayuda de hierbas medicinales, y emprender nuevamente su viaje.

Esta parte, que es la que actualmente ocupan los estudiantes franciscanos, pertenecía a la que ocupaban los hermanos mayores o enfermos, y su ubicación era estratégica, ya que estaba diseñada para el seguro andar de los hermanos y a su cercanía con la cocina, la enfermería y las pilas de agua.

RELOJES DE SOL

En lo alto de cada contrafuerte. Se pueden admirar los relojes de sol. Había uno para cada estación del año. Se leen de izquierda a derecha y marcan desde las 6 de la mañana, aproximadamente, hasta las seis de la tarde. Esta tecnología nos habla del amplio conocimiento que los frailes debieron tener de los astros celestes y sus movimientos.

COCINA

En este espacio, podemos aun admirar las parrillas, la pila de agua, un trastero y el refrigerador natural, el cual mantenía sumamente frescos los alimentos gracias a tres elementos importantes, la cantera rosa, la cual era propia de la región y es muy fresca, el paso de corrientes de aire, y el flujo de agua por las paredes del convento.

Un elemento de gran importancia era la enorme chimenea, diseñada para mantener libre de humo el ambiente de la cocina y generar la frescura. Su diseño ayudaba a extraer con el viento del exterior el humo y evitar que en la temporada de lluvia se filtrara el agua al interior.

En su apogeo, este convento llego a tener mas de 100 frailes, por lo que este sitio era de suma importancia.

CELDA MUESTRA

Esta es una muestra de como eran las habitaciones de los misioneros durante el siglo XVII. Austeras y con solo lo necesario, ayudaban a los misioneros a su preparación tanto espiritual como intelectual, ya que era necesario estudiar sobre ciertas materias, oficios y la cultura que hasta entonces se conocía de los indígenas para poder salir a evangelizar.

COLEGIO UNIVERSITARIO DE LA SANTA CRUZ

Actualmente este convento pertenece a la Provincia Franciscana de san Pedro y san Pablo de Michoacán, en el cual los frailes franciscano de votos temporales estudian la licenciatura en Filosofía, ya sea para ser clérigos o hermanos laicos, y poder así seguir con su obra evangelizadora, en una constante y exigente preparación intelectual, para dar respuesta a las nuevas exigencia de la sociedad.

El Colegio es una institución oficial, con el aval de la Secretaria de educación Publica, y en donde también se admiten a laicos que quieran prepararse intelectualmente en esta materia.

HUERTA

La huerta que observados es una pequeña parte de la parte original, ante de que fuera tomado el convento por el ejercito. Aquí se cosechaban frutas, verduras, maíz, trigo, todo aquello que pudiera servir para abastecer al convento y a los pobres que acudían por ayuda.

ALJIBE Y SISTEMA DE RECOLECCION DE AGUA

Este aljibe recolecta el agua de lluvia que cae sobre los techos del convento. El agua recorría diversos canales que se encuentran en las azoteas del convento hasta caer en este deposito, de donde se aprovechaba el agua para regar la huerta principalmente.

Es importante recalcar que la ingeniería aplicada para mover el agua en todo el conjunto conventual era de vanguardia para su tiempo, algo poco visto en los conventos de la época.

CELDAS DE LOS MISIONEROS

Podemos observar el edificio que fungía como casa de formación cuando se estableció el Colegio de Propaganda Fide en 1683, viviendo en austeridad y en constante formación espiritual e intelectual. Actualmente el edificio es sede del Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro.

PINTURAS DEL CORREDOR

De las muchas pinturas que existieron en este convento, podemos observar estas tres, que sobrevivieron al saqueo y se libraron de ser quemadas por el ejercito. Son representaciones de la Pasión del Señor, de buen tamaño. Están divididas en dos partes, pero formaban una sola.

Estas datan de mediados del siglo XVIII y forman parte de una colección de 12 cuadros que poseía el convento. Los faltantes se encuentran en museos, con particulares y 3 mas se desconoce su paradero.

CELDA DEL EMPERADOR MAXIMILIANO

Han sido varios los acontecimientos históricos que este convento a presenciado, debido a su importancia y ubicación.

En 1810, al descubrirse la conspiración de independencia, fue hecho prisionero el Corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, el cual estuvo aquí prisionero hasta que fue enviado a la ciudad de México.

Durante la guerra de independencia, fue tomado como cuartel militar por el Ejercito Realista, y es aquí en donde firmo la rendición de los españoles ante los insurgentes el general Luaces el 28 de junio de 1821.

Pero uno de los hechos mas importantes, fue la entrada al convento de las tropas liberales al mando del General mariano Escobedo, en la madrugada del 15 de mayo de 1867, tomando preso a Maximiliano, con lo que puso fin al Imperio de este en México.

El emperador estuvo aquí desde el 13 de marzo hasta el día que cayo prisionero. Había hecho de este lugar su cuartel general. Se dice que lo hicieron prisionero cuando junto con sus soldados trataba de rechazar a los liberales que entraron por un boquete que hicieron en la barda de la huerta, permaneciendo en esta calidad hasta el día 17 de junio del mismo año. fue fusilado en el cerro de las campanas junto a los generales Miguel Miramón y Tomas Mejía.