“«Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu», escribe el apóstol Pablo a los corintios; y continúa diciendo: «Hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios». Diversidad-unidad: San Pablo insiste en juntar dos palabras que parecen contraponerse. Quiere indicarnos que el Espíritu Santo es la unidad que reúne a la diversidad; y que la Iglesia nació así: nosotros, diversos, unidos por el Espíritu Santo”.
Este 14 y 15 de mayo, tuvo lugar en la huerta del Convento de la Santa Cruz de los Milagros, el retiro anual de Pascua de la RECES dirigido por diferentes sacerdotes, frailes y demás laicos que ayudaron a los más de 2 mil asistentes a la reflexión personal, oración, sin faltar también animada convivencia fraternal. Todo ello en busca de un crecimiento espiritual y personal, con una apertura a dejarse empapar por el Espíritu presente.
Así como los Apóstoles eran diversos entre ellos, sin embargo, formaron “un solo pueblo: el pueblo de Dios, plasmado por el Espíritu, que entreteje la unidad con nuestra diversidad, y da armonía, porque el Espíritu, es armonía. El Espíritu es la unidad que reúne a la diversidad. Jesús no cambió a los Apóstoles, no los uniformó, ni convirtió en ejemplares producidos en serie. Jesús dejó las diferencias que caracterizaban a cada uno de ellos: los pescadores, quien era gente sencilla, quien recaudador de impuestos.
Retiro anual de Pascua de la RECES